Unos presupuestos fieles al estilo Rajoy: sin coraje ni ambición de país. Bochornosos en el fondo y un atropello al Parlamento en la forma.
Ago 04
Los Presupuestos 2016, o sea el primer acto electoral del PP, han llegado hoy al Parlamento. El rey de la prestidigitación, el ministro Montoro, los ha presentado en una rueda de prensa en la que lo único sincero ha sido su añoranza por Aznar.
Nos encontramos ante unos Presupuestos grises e insolidarios, broche final de una legislatura mediocre y sin coraje. Una legislatura marcada por la falta de respeto al Parlamento, que no podía terminar de otra manera que con este nuevo ataque, ya que se le hurta al parlamento su principal responsabilidad de control e impulso a la labor del Ejecutivo. Una vez más Rajoy muestra su desprecio a esta Cámara y confunde sus intereses particulares con los de la institución.
Rajoy comenzó su mandato mintiendo (bajaremos los impuestos) y acaba de la misma manera que ha gobernado estos cuatro años: haciendo del engaño y la mentira su forma de actuar. Negó la caja B, negó el Rescate… y envía ahora unos presupuestos para un país en el que sabe que no gobernará.
Convendría hacer un somero balance de cuál es la verdadera situación de España para concluir si estos son los presupuestos que nuestro país necesita. Comparemos la España en la que comenzó el mandato el Sr. Rajoy con esta que nos deja:
- En 2015 España tiene el mismo número de afiliados a la Seguridad Social que los que tenía hace cuatro años, en lo más duro de la crisis, 17.6 millones.
- Rajoy tiene en su haber la destrucción de un millón de puestos de trabajo (que se suman al millón y medio de la era Zapatero, otro genio).
- España sigue teniendo el 22,3% de parados, más que el doble de la media europea.
- Las población con riesgo de exclusión ha pasado de ser el 17% al 29%, casi catorce millones de personas, tres millones más que toda la población de Grecia o de Portugal.
- La pobreza infantil afecta a más de un millón de niños.
- En 1,6 millones de hogares españoles no entra ningún sueldo y la situación de emergencia social es mayor hoy que hace 4 años.
Es evidente que estos Presupuestos no responden a las necesidades del país, y que el único objetivo del PP y del Gobierno al remitirlos es intentar ganar las elecciones falseando, una vez más, la realidad.
Como dije, desde UPyD rechazamos estos Presupuestos por razones de forma (no es de recibo la falta de respeto al Parlamento y a la labor de control que la Constitución nos asigna) y de fondo:
– Nueve millones de pensionistas y tres millones de empleados públicos verán contraerse su poder adquisitivo por cuarto año consecutivo:
Más de 9 millones de pensionistas perderán poder adquisitivo al ver sus pensiones subir un 0,25%.(En lugar del 1,25% que UPyD propone)
Y 3 millones de empleados públicos reciben lo mínimo: una subida salarial del 1% y la recuperación de la paga extra de 2012, después de haber sido el chivo expiatorio de la crisis. (UPyD ya propuso la devolución íntegra el año pasado y una subida del 1,5%)
– Los servicios públicos seguirán empeorando debido a la tasa de reposición general del 50% del personal que se jubila. (UPyD defiende reponer el 100% y multiplicar los medios en cuerpos clave como la AEAT)
– El Gobierno presenta como un ahorro que los parados de larga duración vayan agotando sus prestaciones. Hay más de 5.100.000 personas desempleadas y casi la mitad de ellas sin cobertura. El Gobierno reduce en 6.000 millones el gasto en prestaciones por desempleo y sólo aumenta en cerca de 5.000 millones la aportación a políticas activas de empleo (que además se hace vía bonificaciones a empresas por contratar que es un sistema costoso y poco eficiente).
– Rebajar un 22% los recursos destinados a desempleo en un país con casi catorce millones de ciudadanos que viven en riesgo de exclusión es un insulto y una demostración bochornosa de falta de empatía con los más débiles. Diré más: es una muestra de falta de piedad.
– Presumir de un incremento del 3% en Sanidad y Educación, cuando en cuatro años se han recortado las partidas en un 35% es una burla cruel y una demostración más de falta de ambición de País.
– No hay soluciones para el desempleo de jóvenes ni parados de larga duración. (El Plan Prepara sufrirá un recorte del -23,15% y el Plan de Garantía Juvenil no ha funcionado en 2015).
– El gasto social cae del 53,9% al 53% y en realidad esconde que la inmensa mayor parte de ese gasto está previamente comprometido. El gasto destinado a Dependencia se mantiene en niveles inaceptables.
Y, finalmente, no hay ningún impulso a un cambio de modelo productivo. Sin la reforma a fondo de las administraciones públicas que nuestro partido viene defendiendo desde hace ocho años (fusión de ayuntamientos, supresión de Diputaciones, eliminación de Consejos Económicos y Sociales, Tribunales de Cuentas, Consejos Consultivos, Defensores del Pueblo, embajadas autonómicas), sin una profunda y radical reforma de la administración de Justicia que empiece por ser tener órganos independientes y suprimir los aforamientos, sin una supresión del Senado, cámara obsoleta e innecesaria con la actual estructura del Estado, no hay forma de cuadrar las cuentas, ni siquiera a costa de reducir gastos esenciales en educación, sanidad, pensiones, desempleo, I+D, justo aquello que ningún país que piense en las futuras generaciones se puede permitir.
Por otra parte, sin lucha contra el fraude fiscal y una verdadera reforma fiscal que redistribuya la carga desde las rentas del trabajo hacia los que hoy eluden legalmente impuestos aprovechando los agujeros del sistema tributario, no hay forma de lograr los ingresos públicos necesarios, por mucho que se masacre a las clases medias y trabajadoras. Que no cuenten con nosotros para esto.
En suma, unos presupuestos de vergüenza ajena, de un gobierno y un partido que acaba la legislatura como la empezó: mintiendo a los españoles y burlándose del Parlamento.