Los presupuestos de la pobreza
Oct 24
Intervención en el Debate de los Presupuestos Generales del Estado 2015
No sé si a ustedes les habrá pasado, pero a nuestro Grupo le ha llamado la atención que gran parte de los comentarios y opiniones en relación a estos presupuestos se han centrado en si el cuadro macroeconómico que los sustenta es creíble. ¡A qué nivel de podredumbre y desconfianza hemos llegado cuando lo primero que se discute en España es si el Gobierno nos está engañando una vez más con las cifras…!
Y es que ustedes acaban la legislatura como empezaron: falseando las cuentas y engañando al país. Estos presupuestos vuelven a reflejar lo que ustedes entienden por “salida de la crisis”: en vez de utilizar los recursos económicos para tirar del país y combatir la desigualdad en vez de echarse el país a sus espaldas y tirar para adelante, se han subido ustedes a las espaldas de los ciudadanos para mantener sus chiringuitos.
Por eso, su “salida de la crisis” se traduce en más desigualdad, más desprotección y más injusticia.
Como luego explicaré, ni la desigualdad ni la pobreza son consecuencia de la crisis económica: son consecuencia de sus políticas, de sus prioridades.
La austeridad no puede ser una disculpa. La austeridad o al menos el ritmo de su aplicación es una decisión política con efectos devastadores sobre la igualdad. La desigualdad no es el resultado no deseado de la austeridad: es más bien la forma elegida, como decisión de política económica, para salir de la crisis.
La crisis se puede enfrentar de otra manera, como hemos explicado durante toda la legislatura. Se pueden obtener recursos recortando gastos superfluos, persiguiendo el fraude, acabando con la corrupción, metiendo en la cárcel a los corruptos (para hacer justicia y dar ejemplo…) Se puede redistribuir la carga de crisis con equidad, sin que se incremente la desigualdad. Como dije, la desigualdad no es resultado inevitable de la austeridad.
Ustedes llevan tres años tomando decisiones para que la salida de la crisis se soporte sobre las espaldas de los más débiles. Y hoy nos traen unos presupuestos que mantienen el despilfarro y consolidad la desigualdad. Unos presupuestos elaborados al servicio del poder económico y del poder financiero. Tenemos que convenir que ustedes son incapaces de hacer otra cosa, porque su supervivencia depende de la supervivencia de este sistema político viejo e injusto.
Pero, como dije, España, los españoles, no estamos condenados a ser gobernados por quienes prefieren mantener los chiringuitos de poder partidario, las estructuras opacas –tan negras como las tarjetas, consecuencia directa de esa forma de gobernar-, que prefieren mantener el modelo viejo a invertir en educación, en investigación, en sanidad, en empleo… En futuro.
Nosotros no nos resignamos, no aceptamos como un designio divino esta cutre y mala política. Insisto: hay alternativa y se puede salir de la crisis antes y, sobre todo, mejor.
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